La nueva década vino acompañada de un cambio radical en las costumbres de la humanidad.
Después del descubrimiento de un nuevo coronavirus, el COVID-19, se han empezado a tomar medidas extremas de protección a la salud. Una de las más importantes es el uso de mascarillas protectoras para evitar el contagio.
Nuestra rutina de cuidado de la piel debe acomodarse a estos cambios, dándole mayor importancia a la doble limpieza e hidratación.
La doble limpieza adecuada ayudará a prevenir el temido acné, que puede ocasionarse debido al efecto “encierro” que provoca las largas jornadas de uso de mascarilla.
En esta nueva rutina, debemos incluir la piel del cuerpo, darle el cuidado adecuado debido a que está expuesto a continuos momentos de desinfección con productos especiales para ello y al uso continuo de alcohol gel.
Debemos tener conciencia que nuestra salud es lo primero, pero también no debemos descuidar nuestra piel, que es la que está sufriendo colateralmente los embates de esta pandemia, nueva para todos.