Doble limpieza, hidratación, mask y protección solar
Los asiáticos siempre se han caracterizado por ser muy disciplinados a tal grado de hacerse perfeccionistas.
Para esa sociedad, no hay ningún esfuerzo pequeño, desde un negocio familiar hasta los grandes conglomerados que hacen historia.
El rubro de la cosmética, y más en sí, el cuidado de la piel no se queda atrás.
Es necesario hacer énfasis que es una sociedad que, debido a su perfeccionismo, inicia los cuidados de salud integral desde los primeros años de vida, si no es que desde los primeros días.
Su principal filosofía es “cuidar de adentro hacia afuera”, es decir, poner mucho cuidado a los alimentos que consumen y en los productos de salud y cuidado corporal que utilizan.
Estos cuidados se consideran herencia entre las familias que pasan de generación en generación.
La base de la producción de sus productos es siempre los ingredientes que utilizan: extractos provenientes de flores, frutas y plantas medicinales, los que combinan para ofrecer beneficios específicos.
Pero nuestra sociedad occidental es completamente diferente. Generalmente empezamos a buscar productos de cosmética o cuidado de la piel cuando ya empiezan a aparecer los signos de la edad, es decir alrededor de los 40 años.
Nosotros estamos educados para corregir no para prevenir. Pero con la influencia oriental que en los últimos años se está teniendo, hemos empezado a buscar soluciones aunque no hayan signos de envejecimiento.
Ahora bien, no debemos esperar resultados de la noche a la mañana. O si compramos un producto determinado y no lo utilizamos, tampoco esperemos resultados. O si su uso no es constante.
Los resultados van a depender mucho de nuestra propia disciplina y constancia.
Por eso es importante que se inicie el cuidado de la piel con una rutina sencilla pero eficaz: doble limpieza, hidratación, mask y protección solar.
No importa en qué momento se empiece, lo importante es tomar la decisión de empezar.